PATÍO DE SAN JUAN DE LA CARTUJA DE PORTA COELI 1896
PATIO DE SAN JUAN DE LA CARTUJA DE PORTA COELI óleo sobre lienzo 57x 43,5 cm Museo Sorolla , Madrid |
El patío como temática pictórica había intersado a muchos pintores . Desde el vedutista italiano Francesco Guardi ( 1712-1793 ) con sus rincones de Venecia , en los que incidía la luz de los reflejos dorados , hasta Eugène Delacroix ( 1798-1863 )que llevó a cabo magníficos estudios de color y de luz en los patíos que encontró durante su viaje a Marruecos.
En España quizá fue Mariano Fortuny (1838- 1874 ) el pintor que sacó mayores posibilidades pictóricas a estos espacios sencillos ,haciendo hincapié en el blanco y en los matices de sombras cambiantes, envueltos en una sutil atmósfera. Pintores catalanes o andaluces influenciados por Fortuny abordaron también el tema del patio , pero prefirieron espacios más preciosistas, obras detallistas en las que se trataba de subrayar la particularidad más mínima o el objeto más insignificante.
A diferencia de todos ellos , aunque también muy atraídos por Fortuny situaremos los magníficos ejemplos que nos brindan los pintores Ramón Casas y Santiago Rusiñol, interesados por la impresión espontánea, la búsqueda de cada color y la captación de la luz , con una libertad de trazo que podemos situar como próximos antecedentes a la pintura del valenciano.
Pese a coincidir en el tema ya tratado por otros pintores , Joaquim Sorolla descubrió pronto la posibilidad de ofrecer variantes propias y personales de estos pequeños espacios arquitectónicos. Así, en este caso, en el que se trata de una vista de la pared encalada del interior del patío de la Cartuja , Sorolla muestra un interés por los interiores sencillos, los espacios recogidos y apenas sin importancia, dejando de lado los grandes y emblemáticos edificios. descubriendo así una excusa formidable para obtener sabíos contrastes de color.
La mirada se siente atraída por el espacio vacío del primer plano: la luz incide en este espacio provocando reflejos en las paredes e imponiendo una tonalidad azulada a la arquitectura . Juega con el efecto del sol y sombra y consigue plasmar una sinfonía casi monocromática, con una gama de ocres y grises azulados que contrastan con el rutilante blanco de las paredes encaladas . Todas estas obras tienen un mismo esquema compositivo basado en un primer plano vacío que conduce la mirada del espectador hacía el fondo, donde suele situarse una puerta abierta en la que se deja traducir un segundo plano, en este caso unas escaleras.
En el tratamiento de las paredes aprecíamos cómo. con gran maestría y a través del color, el pintor sabe captar la calidad y densidad de la materia; así como la rasante que incide en las mismas y que le permite mostrar los espesores del rebozado y la irregularidad de las superficies.
El tratamiento del blanco adquiere un interés especial para el pintor, que lo utiliza tanto para la ropa ( vestidos, relas,manteles, sábanas) y las velas hinchadas por el aire marino, como para las paredes encaladas , permitiéndose en todos los casos una gran riqueza de matices y una maestría en el momento de distribuir el color, conn un denso empaste y grandes y flexibles pinceladas que le llevan a conseguir magnifícas armonías.
Mercedes Tamara
18 enero 2012
Bibliografia :Obras Maestras Blanca Sorolla, Edic El Viso
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