miércoles, 28 de noviembre de 2012

EL PUENTE MORET AL SOL ALFRED SISLEY

EL PUENTE MORET AL SOL 1892
El puente Moret al sol
óleo sobre lienzo 58,5x 71 cm
Colección particular



Hijo de padres ingleses , Alfred Sisley ( 1839-1899 ) nació en París. En la década de 1860 ,después de conocer a Monet y Renoir , se unió al grupo de los impresionistas, aunque siempre se mantuvo relativamente al margen. Monet causó un profundo impacto sobrela pintura paisajística de Sisley, pero en su obra también se encuentra rasgos de Corot,como su tierno cariño por la naturaleza.
En 1880 Sisley se estableció en Moret sur Loing, un pequeño pueblo con edificaciones mayoritariamente medievales que lindaba con el bosque de Fontainebleau . Durante las dos últimas décadas de su vida , el pueblo y sus alrededores se convirtieron en eltema principal de si obra. En ocasiones pintaba series que mostraban la misma vistaen diferentes condiciones atmósfericas , pero generalmente el cambio de ubicacióny luz resultaban menos sistemáticos.
Sisley pintó El puente de Moret al sol varias veces. Esta obra realizada en 1892 , se estructura a partir de las distintas zonas que componen el agua de un color azul intenso, los edificios , el cielo y los reflejos que unen pueblo y río. Como en casí toda la producción las figuras humanas son pocas y pequeñas. Se trata de un paisaje urbano que aspira a la serena soledad de un paisaje rural.
Carente de artificio que dirijan la mirada del espectador , esta deambula libremente por las paredes medievales, bañadas por el sol, la colorida superficie del agua y el  cielo luminoso , Sisley , adapta trazo y color con una habilidad consumada a las exigencias de distintas zonas del cuadro. Sin embargo, el carácter amable, encantador y seductor de su pintura hace que haya quien lo subestime.
Mercedes Tamara 
28-11-2012

Bibliografia : El Impresionismo, Edic Taschen 

lunes, 26 de noviembre de 2012

AL BAÑO, VALENCIA JOAQUIN SOROLLA

AL BAÑO, VALENCIA 1908


Al baño , Valencia
óleo sobre lienzo 200x 190 cm
Colección particular










Durante el verano de 1908 que pasó en Valencia, Sorolla tuvo dificultades para pintar en la playa debido a los frecuentes temporales , que ensuciaban el color del mar . A pesar de ello realizó buen número de obras, entre las cuales ésta es una de las de mayor tamaño y acaso la más rotunda de cuantas pintó en aquella campaña. El gran formato vertical elegido permitió al artista mostrar una interpretación monumental de un motivo cotidiano, en la que las tres figuras de niños , seguramente hermanos, destacan sobre la arena y el mar de la playa valenciana.





Los modelos, tratados aquí a tamaño natural, aparecen también en otros cuadros realizados ese mismo verano. Así, la muchacha mayor, y también su bata, parecen las mismas que las  de Idilio en el mar . La menor es la que aparece en Niña con lazo azul, playa de Valencia, obra entonada , como ésta , en profundos tonos azules. El grupo de las tres figuras puede verse , a su vez, de modo muy similar aunque con otra orientación , en las figuras más alejadas a la orilla de Alegría del agua . Y aparece, en primer término con una resolución más amplia y abocetada en una pintura homónima con el mismo formato vertical.





Tal vez el pintor había ensayado la asociación de un niño pequeño junto a dos niñas mayores como revela la obra Verano y un estudio relacionado con ella. Además, en otro cuadro de ese año La hora del baño , Niños en la playa , la figura de la niña en pie presenta un perfil similar. Hay también otros cuadros pintados ese mismo verano en los que aparece un niño desnudo a la orilla del mar junto a una niña algo mayor. En la mayoría de estas obras , tanto en 1904 como en 1908 la supresión del horizonte permitió al pintor hacer más patente el protagonismo de las figuras. En este cuadro, su verticalidad se equilbra con armonía mediante la organización en franjas progresivamente alejadas de la composición en un juego de perpendiculares apenas matizado por las diagonales de las sombras que produce el sol de la tarde.








Al baño. Valencia , 1908
óleo sobre lienzo 103x 74,5 cm
Colección particular







Son frecuentes también en la pintura de este período las representaciones de niños desnudos en el mar , como los que aquí aparecen al fondo . El marcado contraste de complementarios que se exaltan a través de las carnaciones anaranjadas y los resplandecientes azules del agua y también mediante la yuxtaposición muy nítida de la arena y el mar , da a esta pintura una extraordinaria intensidad . A ella contribuye la plenitud de los cuerpos infantiles que, en el caso de la muchacha mayor, evoca resonancia de la escultura clásica. La linea del contorno del azul intenso que monta sobre su cabeza y los suaves brillos del azul claro de su túnica rosa le dan una gran viveza cromática. Modeladas cuidadosamente por el color, especialmente el desnudo, presentan estas figuras una corporeidad perdida ya, en cambio, en los niños del fondo, meras siluetas en el mar. Particular interés tiene la definición del mar mediante pinceladas estrechas y alargadas que resaltan su condición líquida y su movimiento.




Cuando se expuso en Nueva York fue una de las pinturas que mayor atención atrajo. A pesar del vasto número de cuadros que allí figuraban ( trescientos cincuenta ) mereció comentarios por parte de algunos críticos. Uno de ellos señalaba :" Estudiese también el modelado del niño en el Al baño que camina inseguro de mano de sus hermanas. Con qué simple métodos se ha trabajado los músculos, nótese el resuelto caminar de la muchacha mayor; la tierna solicitud de la más joven y la habilidad que se muestra en el dibujo de su mano y la del niño que ella toma. La efusión del artista ante estos niños, que veía a diario, le llevó a mostrar con viva sensibilidad esa relación fraternal, en un marco de profunda comunión con la naturaleza mediterránea.




Mercedes Tamara 

26 -11-2012


Bibliografía :Bibliografía : Sorolla, Begoña Torres González , Edic Libsa





sábado, 24 de noviembre de 2012

TOROS EN EL MAR JOAQUIN SOROLLA,


TOROS EN EL MAR 1903
Toros en el mar
óleo sobre lienzo 131x190
Colección particular






El grabado, la ilustración gráfica y la fotografía se adelantaron a la pintura en la representación de los tipos y paisajes valencianos y españoles. La imagen de los bueyes que internan las barcas de pesca en el agua o que las remolcan a su regreso para vararlas en la arena se localiza en la fotografía de I. Laurent ( 1870 ) . La casa de "bous " -casa de toros -era el nombre que se designaba a las cuadras que dependían de sociedades de pescadores   o donde éstos apilaban las reses. Sin embargo, conviene distinguir entre esta práctica que se reduce a la entrada y salida del mar, y, la llamada " pesca del bou " , polémica captura de arrastre , censurada por su carácter depredador , que en principio nada tiene que ver con los animales de tiro-a exepción del citado acarreo-pero con cuya denominación llegaría a confundirse por utilizar dos embarcaciones que navegan en paralelo-como una yunta- y por dibujar la red extendida unas formas apuntadas semejantes a la cornamenta . Sorolla siempre interesado en perpetuar aquellas escenas que mejor condensan la labor de sus  paisanos, convirtió la iconografía de los bueyes en uno de los emblemas de la pintura valenciana fin de siglo y la dio a conocer a todo el mundo.
El motivo se sanciona con la creación de La vuelta de la pesca y sus estudios previos ( 1893-94) Desde esas fechas se suceden a lo largo de los años variaciones de diferente punto de vista, composición, tamaño y momento del día : por ejemplo en 1898, 1899, 1901, 1903, 1904, 1908 y 1916, lo cual es lógico si se repara en su carácter de manifiesto yn el deseo del artista de apurar las posiblidades plásticas que le brindaba un asunto en el que había conseguido en  1895 otro resonante éxito en París.
Siendo Toros en el mar un cuadro de holgadas dimensiones todavía resulta limitado frente al monumental La vuelta de la pesca que hoy guarda el Musée d´Orsay y al que sólo sobrepasa en esta temática Sol de la tarde : pero, aún así, se trata sin duda de una de las versiones más seductoras y de mayor calidad que tiene, además en esta muestra el aliciente de no haber frecuentado el contacto con el público y de no haber ilustrado los textos más documentados de Sorolla. Creemos, por otra parte, que esta pintura debió agradar al propio Sorolla a juzgar por la utilización que hizo del mismo esquema compositivo, al menos en otras dos ocasiones: Ráfaga de viento y La hora del baño . En la primera repite aisladamente la barca por medio  de una factura abocetada , lo cual sugiere que podría ser un boceto para Toros en el mar , sin embargo; la fecha claramente anotada junto a la firma, las medidas y las diferencias que se aprecían en la linea del horizonte desmienten la sospecha . En la segunda- sin que esto indique orden de prelación-es prácticamente toda la composición la que se incorpora en el segundo término y comparte protagonismo con los niños situados en la orilla, hasta tal punto que sin su empaque y sin el efecto de contraste que proporciona, esta pintura sería completamente distinta.
En La vuelta de la pesca había presentado Sorolla un momento del día, las primeras horas de la mañana. En el mismo año en que pinta la obra que analizamos , 1903 , concluye también Sol de la tarde ,donde, como expresa el título , es la luz vespertina la que domina el ambiente . No obstante, son asimismo muy curiosas y aleccionadoras de su proceso filoimpresionista las versiones de La vuelta de la pesca , y entre ellas Buena pesca ( 1903 ) cuya comparación con  el modelo descubre las diferencias entre una luminosidad más fría y otra mucho más cálida.Con Toros en el mar vuelve al punto de partida, el crepúsculo matutino y sus cercanías. En efecto, la franja horaria elegida coincide con la alborada , lo atestiguan además de las condiciones lumínicas, la mayor quietud del mar , la ausencia de bañistas y la sombra que  proyectan los animales , inclinándose hacía la orilla. Pero aquí el tiempo no está tan despejado. Las nubes que se asientan sobre el horizonte dan lugar a una claridad más tenue ymatizada, y desde la parte superior derecha se extiende un velo de tonalidades violáceas cuyos reflejos salpican toda la tela.
El premioso avance de los bueyes de piel de canela , que soportan sobre el testuz a los guías  de la maniobra vence la fuerza que oponen al viento y el peso de la barca obligando a pecadores y ayudantes a resistir la tensión de los cabos. Sobre esta experiencia dio una soberbia descripción su amigo Blasco Ibañez en la novela Flor de mayo . Pero si la vuelta de la pesca era en realidad un espectáculo colorista en torno al cual se arremolinaba la gente, la traducción pictórica que elabora Soroya no se queda atrás, pues constituye un auténtico festín para los sentidos que activa de inmediato nuestro recuerdo y conocimiento del medio: el empuje del viento, el eterno movimiento de las olas y sus cambiantes reflejos , el sabor y el olor salobre ...Quizá nunca volvió a pintar un mar argentado con semejante fortuna y  
delicadeza.
Mercedes Tamara 
24-11-2012




Bibliografía : Sorolla, Begoña Torres González , Edic Libsa 










viernes, 23 de noviembre de 2012

ANTES DE LA CARRERA EDGAR DEGAS

ANTES DE LA CARRERA 1882
Antes de la carrera
óleo sobre lienzo 26,7x 34,9cm
Colección particular


Este cuadro forma parte de un grupo de tres obras, con el mismo título y relacionadas entre ellas desde el punto de vista compositivo , que Degas realizó en los años ochenta . Es probable que decidiera pintar estas escenas para tener la oportunidad de estudiar las complejas formas equinas desde los más variados puntos de vista y ángulos. En Antes de la carrera , por ejemplo, el conjunto de los cinco caballos brinda prácticamente una visión total del animal.
La fascinación de Degas por los defiles ecuestres se remonta probablemente a 1860. año en  el que estudiaba el fresco de Benozzo Gozzoli : El viaje de los magos , en el Palacio Medici Ricardi de Florencia. La composición de Gozzoli fue tomada como modelo para la pareja de caballos y jinetes del lado derecho de Antes de la  carrera.Queriendo aprender las lecciones de los artistas del pasado así como las de sus contemporáneos, Degas analizó obras de todo  tipo: desde el friso del Partenón hasta las estampas inglesas de carreras de caballos de su  tiempo; además del estudio de la producción de sus colegas y los bocetos realizados ante el sujeto real , se dice que había hecho instalar un caballo disecado de tamaño natural en el estudio.
Por el toque deslumbrante y los juegos de luz, movimiento y color Antes de la carrera tiene mucho en común con la pintura en plein air realizada por los impresionistas, a pesar de que Degas prefería trabajar dentro de su estudio. Hay aproximadamente veinte bocetos preparatorios relacionados con esta obra: el peculiar modo compositivo de Degas le permitía  añadir y modificar ideas gracias a una serie infinita de dibujos que lograba fundir un equilibrio armónico. El cuidadoso examen de los miembros de los caballos permite notar  algunas huellas de este proceso de adptación y transposición de los dibujos . De hecho, durante una charla con amigos acerca de la composición de este cuadro el propio Degas admitió algo incómodo:" Las patas de los caballos están mañ colocadas " En contraste  con la meticulosa descripción de las figuras , la realización del paisaje es menos detalladay estos diferentes níveles de acabado añaden espontaneidad a la obra , acrecentando su encanto.
Desde el principio , la pintura tuvo un gran éxito entre marchantes y coleccionistas de arte. Cuando el rico artista Henry Lerolle la compró, invitó a Degas a una fiesta en la que todo el mundo podía admirar el cuadro . En 1898 lo encontramos como fondo de una obra de Renoir que retrata a la hija de Lerolle tocando el piano ( Musée de l´Orangerie )
Mercedes Tamara
23-11-2012


Bibliografia : Edgar Degas, Edit Biblioteca El Mundo
                          El Impresionismo, Edic Taschen


jueves, 22 de noviembre de 2012

MARÍA CLOTILDE JOAQUIN SOROLLA

MARÍA CLOTILDE 1900
María Clotilde
Óleo sobre lienzo 110x 80 cm
Colección particular

Este retrato es uno de los muchos que pintó Sorolla a su hija mayor y uno de los más brillantes.La fecha en que lo realizó ,1900 corresponde a un momento profesional muy importante para el artista, pues en ese año se le concedió el Grand Prix en la Exposición. Su hija tenía diez años y para entonces ya había pintado ocho de los treinta y tres retratos que se conocen de su primogénita, sin contar los numerosos apuntes y cuadros en los que figura con su madre y sus hermanos.

Éste, con un dominio absoluto del blanco, es un prodigio de ejecución y de equilibrio sobrio  de paleta y sencillo de composición . El artista logra transmitir la delicadeza de su hija, su serena belleza y su bondad. María vestida de blanco-el color que más le gustaba a Sorolla para retratarla-está pacientemente sentada en una silla con las manos entrelazadas,mirando  a su padre con una mezcla de curiosidad,timidez y ensoñación, esperando el momento que le libere de la sesión . El único gesto que muestra cierta impaciencia está en sus dedos pulgares apenas tocándose por sus yemas y con los que probablemente juguetea.


El amor de Sorolla por su hija queda tan patente en este retrato como en las palabras que expresa en la carta que escribe a su mujer en 1892, cuando dice: " Celebro en el alma la mejoría de nuestra María Clotilde dale besos, pero muchos de su padre que se le achica el corazón cuando está lejos de ella , porque esa niña eres tú y soy yo así que amándola tanto nos corrobora el cariño que sentimos por nosotros mismos " 


El magistral uso del blanco en la bata de algodón , que sólo se adorna con el vaporoso volante que encuadra su pecho y hombros, se hace aún más patente en el brillo de las dos perlitas que abotonan sus puños. Los discretos lazos que sujetan que sujetan el pelo de la niña, de un rosa suave , contribuyen a que se valoren en su justa medida los blancos , que destacan además gracias al sano color de la cara y manos de la niña y de su pelo moreno . Detrás de María  se ve un paramento de azulejos valencianos, que muy frecuentemente cubrían las cocinas de su tierra , en los que dominan el azul y el amarillo dorado, el color de su mar y el de la calidez de la arena iluminada por el sol del Levante.





La nena
óleo sobre lienzo 34 x 49 cm
Colección particular


Sorolla llevaba tiempo pensando en el retrato de su hija con su bata blanca ; ese verano en la playa de la Malvarrosa había realizado una serie de dibujos rápidos de María en cuclillas sentada en un pequeño taburete en la arena y también en una mecedora ( en la que solía sentarse su abuela mientras vigilaba sus juegos ) de modo que quizás estaba pensando en realizarlo al  aire libre . Pero finalmente allí no se llevó a cabo y lo pintó a la vuelta del verano en su casa de Madrid . Sin embargo, hay unos elementos compositivos del retrato que ya están presentes en los dibujos de ese verano a pesar de la enorme diferencia del escenario. Uno es el punto de vista bajo en el que se sitúa el artista para dar mayor monumentalidad a la figura de María y otro es esa linea horizontal , alta, presente en todos los dibujos , a la altura de las mejillas de la niña , que en unos casos es el horizonte, acentuando esa concepción fotográfica tan frecuente en las composiciones de Sorolla y que en el segundo dibujo, al haber situado aún más el horizonte, marca los distintos matices que cobra el agua en la arena. En el caso del retrato de María Clotilde es la linea alta y oscura del respaldo de la silla , que le cruza las mejillas de la niña consiguiendo que el volumen de la figura adquiera toda su corporeidad . Por lo demás, María lleva la misma bata blanca vaporosa , impoluta , su mismo pelo recogido y los mismos lazos.

El primer retrato de María lo pinta Sorolla en 1890 cuando su hija tiene apenas un mes , María Clotilde Sorolla García y, al mismo tiempo, realiza también una delicada acuarela de la niña en brazos de su madre que títula El primer hijo . Antes de cumplir los dos años, en 1892 , pinta un nuevo retrato ,María ,que dedica a sus abuelos. En él, la cuidadosa pincelada de Sorolla cuando dibuja la carita de su niña, se convierte en unos trazos sueltos, potentes, al representar su blusa blanca. Un años después en 1893 , presenta en el Círculo de Bellas Artes de Madrid un nuevo retrato María Sorolla o La nena , un busto en el que María , también con un traje blanco y un  vaporoso volante , en este caso de tiras bordadasmira de frente ,y desde la profundidad de sus ojos se acentúa la transparencia de su piel que acusa lo enferma que acaba de estar.



María sentada 1894
óleo sobre lienzo 64x80cm
Colección particular


María desde niña fue delicada. El fondo en ocres enfatiza la sensación de falta de salud de la pequeña y el tiempo que hace que no recibe el sol. De 1894 es otro de los retratos que Sorolla  pintó de " su niña " anteriores a 1900 María sentada, en eel que la hija del artista está sentada en una silla con brazos , colocada en diagonal ( en una posición muy similar a la que presenta su primo en el cuadro Retrato del niño Jaime García Banus ) mira atentamente con curiosidad a su padre mientras pinta, con esa especie de arrobamiento , que se aprecía en casi todos los retratos de María. Este cuadro, que bien podría ser el antecedente de María Clotilde , no tiene claridad ni la actualidad de este último. Hay un avance increíble en concepción y uso del color entre estps dos retratos. Cuando pinta María Clotilde , Sorolla ya había entrado en el mundo del arte moderno .

Mercedes Tamara 
22-11-2012


Bibliografía : Sorolla, Begoña Torres González , Edic Libsa

lunes, 19 de noviembre de 2012

MARGUERITE GACHET AL PIANO VICENT VAN GOGH

MARGUERITE GACHET AL PIANO 1890
Marguerite Gachet al piano
óleo sobre lienzo 102,6, 50 cm
Basilea , Kunstmuseum



La hija del doctor Gachet , que contaba diecinueve años y a la que Van Gogh ya había intado en el jardim, posó para él, al piano. Aunque no es un retrato en sentido estricto, l artista estaba muy contento de aventurarse con la figura humana.La muchacha aparece  de perfil , con el cabello recogido sobre la nuca y los ojos bajos, fijos en el instrumento, enuna expresión más triste que concentrada. La piel es muy clara, casi diáfana y crea un efecto de tono sobre tono con el largo vestido blanco.


El cuadro, de factura vivaz , se basa en tres colores : la masa luminosa de la figura, a la que hacen eco el teclado y la partitura abierta, se recorta ante una pared verde claro con puntos ojo y ante el pavimento oscuro , entre rojo y marrón, y también contra la madera del piano. i el colorido es deliberadamente limitado y esencial, la ejecución , por el contrario , es rica elaborada con pinceladas pastosas, saturadas de color, en especial el vestido blanco , cuyo  espesor es perceptible incluso en la fotografía.


Como en el retrato del padre, Vicent combina en la representación de Marguerite técnicas  de ejecución diversas . Los trazos densos del vestido , que se pliegan siguiendo la dirección  de la tela, son utilizados también para el suelo; a cuyo fondo rojo se superpone una reticula  de signos marrones. La pared del fondo está compuesta, como ya sucedía en el retrato del octor Gachet , por una cuadrícula monocromática , mientras que la madera del piano se traduce en largos trazos marrones


Mercedes Tamara 
19 -11-2012


Bibliografía : Vicent Van Gogh, Edit Biblioteca El Mundo

martes, 13 de noviembre de 2012

AUTORRETRATO VICENT VAN GOGH


AUTORRETRATO 1889
Autorretrato
óleo sobre lienzo 65 x 54 cm
París, Musée d´Orsay 



Vicent van Gogh pintó gran número de autorretratos en el curso de su breve trayectoría artística dejando una serie de imágenes de extraordinaria penetración psicológica . Su continuo recurso  a sí mismo como modelo obedecía muchas veces a una razón práctica : la falta de personas dispuestas a posar para él, circunstancia que lo afligía y que a menudo lamentaba, dado que tenía el retrato por el género principal de la pintura.

 Durante la permanencia en Saint-Rémy meses en los cuales, tras uno de sus peores ataques de delirio, siguió pintando exclusivamente en el interior del manicomio, nacieron seis autorretratos. El parisiense es uno de los más intensos. El artista se representa de tres cuartos, vestido de una manera insólitamente cuidada y elegante. El cabello está peinado hacía atrás , dejando al descubierto la frente . La expresión del rostro es tensa, casi agresiva , y la mirada infunde cierto temor . Las cejas están contraídas y la boca se pliega ligeramente hacía abajo .


El retrato muestra a un hombre serio, concentrado , la ejecución material de la pintura realza  el componente psicológico . Toda la obra está dominada por el color azul , que se refleja hasta en la piel del rostro , los labios, el cabello, bañando la figura en una luz irreal . La utilización del color con una función simbólica y el recurso a una pincelada " sensitiva " alcanzan un extremo en este lienzo. Este, completamente abstracto, está compuesto no sólo por ondas sino también por espirales y remolinos de color , de un fortísimo impacto psíquico . Transmiten  una idea de permanente cólera interior y de continua angustia y hacen de este lienzo una de las imágenes que el artista ha producido de una manera más dramática


Mercedes Tamara
13 -11-2012

Bibliografia : París, Museo de Orsay, Edic Uffmann
                   Van Gogh, Edit Biblioteca El Mundo

domingo, 11 de noviembre de 2012

LOS PATÍOS HISPANOMUSULMANES JOAQUIN SOROLLA



LOS PATÍOS HISPANOMUSULMANES
Patío de Doña Juana , Alhambra ( Granada ) 1909
óleo sobre lienzo 106 x 82 cm
Colección particular
Sorolla descubre pronto que la magia de Andalucía está, como él mismo escribe , " en lo pequeño ,como casi todo lo oriental . Su creación más paradigmática es el patío, el lugar donde el cielo abierto contrasta con la penumbra de los pabellones, el lugar donde la intimidad se esencializa y se transmite en geometría cristalina, abierta a la luz y habitada por la multiplicación del color.

Los jardines expresan la identidad de una región y los jardines esenciales de Andalucía son los patíos hispanomusulmanes . " No es Granada pueblo de jardines ", escribía Sorollaa Clotilde , " los de la Alhambra son corralitos melancólicos ,casi conventuales ". En efecto,el patío islámico tenía ciertos puntos en común con el claustro medieval , como su cerrazón arquitectónica o lo requisitos de soledad, orden y silencio , sin los que se pierde el ambiente para el que fueron creados . Rubén Dario decía sobre Andalucía que, " de todo lo que han contemplado mis ojos , una de las cosas que más han impresionado a mi espíritu son esos deleitosos y frescos retiros, Y es que, en realidad durante el fin de siglo , el patio actuaba como un refugio , como un retiro , propicio, como los claustros, para los estados melancólicos de introspección


Patío de la Justicia , Alhambra , Granada 1909
óleo sobre lienzo 106x 82 cm
Madrid, Museo Sorolla 

Rusiñol fue uno de los artistas finiseculares que con más acierto unió a los espacios connotaciones emocionales , y esta unión se estableció especialmente a través de  sus patíos y jardines en Monmatre se enamoró de los patios urbanos destartalados , donde mostraba una clara simbiosis entre las plantas raquitícas , los muros desconchados y los personajes macilentos . Rusiñol asociaba el azul - color simbolista por excelencia , que habla de la búsqueda del ideal -con una rústica y  melancólica placidez  y pudo comprobar que el simbolismo no ponía en tela de  juicio sus arraigadas convicciones naturalistas, sino que estos escenarios- los  patios y los jardines -prestaban un nuevo contexto para reformularlas en una  lectura modernista más rica.

El cambio fundamental se operó en los patios de Granada que tuvieron un éxito sin precedentes cuando fueron expuestos en el Champ de Mars de París: " El  Sr. Rusiñol ha buscado durante algún tiempo su senda : ya la tiene, decía el  crítico Thiebault Sisson , " sus series patios árabes en Granada es un acierto  sofisticado y brillante. Y es que en los patios árabes no hay personajes, " Estoy solo , decía Machado - en el patio silencioso , buscando una ilusión cándida y vieja". Para el islam, el patio es el anticipo de paraíso prometido y debe aportar la sensación de paz  y de olvido de la temporalidad






El Grutesco, Alcazár de Sevilla 1909
óleo sobre lienzo 68.5x 53,5 cm

Madrid . Museo Sorolla

Sorolla afirmaba , cada vez que tenía oportunidad , que se encontraba muy lejos de la españolada . Por eso , en un primer momento, Granada se acomoda más que Sevilla: " hay en esto mucho de pandereta, pero también hay algo macho que no lo tiene Sevilla en casi parte alguna. Y esto es lo que yo quisiera poder hacer . Sorolla tiene dos visiones de Granada : una deliciosa, exquisita muy femenina: la Granada del aljimez , del huertecillo, del carmen macetero, del detalle y otra grande , sublime muy varonil y es esa sierra gigante, y esa vega extensisima

A Sorolla durante su primer día en Sevilla , en 1908 , no parecía gustarle :" tanto mármol , tanto patio, en una palabra que no estando mal, no estoy a gusto, escribía a su mujer . Pero, en breve cambia de opinión. Parece comoi poco a poco Sorolla










Rincón del Grutesco del Alcázar de Sevilla 1910
óleo sobre lienzo 93x63,5 cm
Madrid, Museo Sorolla

En este sentido Sorolla comprende muy bien la esencia del patio árabe , su necesidad de cerrazón, de intimidad y simplicidad. Representa estos conceptos parece más coherentes con sus ideas políticas y culturales que pintar los detalles moriscos de la Alhambra orientalista , a los que ya se había acercado cuando  ilustró algunas de las Leyendas a Zorilla . Al fin y al cabo , España era el único  país del mundo donde se podía encontrar jardines del siglo XVIII , tal como  habían sido creados

Las composiciones de los patios de Sorolla muestran un fuerte dinamismo ,dentro de la calma, gracias , precisamente , a la fuente y a la contraposición de pinceladas cortas y pastosas . Además el suelo se levanta en la parte izquierda, este efecto provoca que la tapia de fondo se inclne ligeramente hacía el espectador , acentuando la cerrazón e intimidad del patio, que solo se abre para dar paso al siguiente espacio.







Patío de Sevilla 1915
óleo sobre lienzo 71,5x60,3 cm
Colección particular


En las diferentes versiones del Patio de la Lindaraja de 1909 y 1910-el espacio más veces representado por Sorolla dentro del recinto de la Alhambra - el artista otorga también un fuerte dinamismo al conjunto a través de recursos muy parecidos a  los del Patio de Doña Juana : en el Jardin de la Lindaraja, Alhambra, Granada, la sensación de verticalidad se descompensa de una manera más marcada a la izquierda, a través del suelo elevado y los cipreses.


En el Mirador de la Lindaraja, Granada , el suelo se levanta diagonalmente a la izquierda ; la cerrazón del patío aparece acentuada por los dos cipreses, que compensan armónicamente la  composición a través de dos manchas verdes contrastada con la textura terrosa  del Mirador.Este mismo patio se apacigua en Jardin de Darasa, Alhambra, Granada, pintado en 1917: las masas pictóricas se equilibran casi simétricamente en losparterres de mirto; la composición se centra a través de la fuente y del ventanal ajimezado , marcando un eje vertical básico , que se refuerza a través de los  cipreses, la materia pictórica se diluye hasta el extremo , contribuyendo a generar un ambiente de ensoñación lírica propia del retiro espiritual del patio.

Mercedes Tamara 
11-11-2012


Bibliografía : Sorolla, Los Jardines de Luz , Edic El Viso

viernes, 9 de noviembre de 2012

RETRATO DEL DOCTOR GACHET VICENT VAN GOGH

RETRATO DEL DOCTOR GACHET 1890
Retrato del doctor Gachet
óleo sobre lienzo 68x 57 cm
Colección particular


Paul Gachet era un médico apasionado por el arte ygrabador aficionado; había nocido a Victor Hugo y frecuentado los cafés parisienses dende acostumbraban a reunirse los impresionistas y era amigo de diversos pintores , desde Paul Cezanne a Camille Pissarro. Había sido precisamente este último el que sugirió a los hermanos Van Gogh el pueblo de Auvres -sur-Oise como nuevo destino para Vicent . La solución fue óptima , Gachet era un hombre original y sintonizó de inmediato con Vicent, que, tras el año de aislamiento pasado en Saint- Rémy , hallaba por fin a alguien con quien compartir sus opiniones sobre arte.
En el doctor había encontrado también el modelo tan buscado y sólo después de dos semanas de llegar , se dispuso a retratarlo , trabajando intensamente en la realización  de la imagen . Gachet se entusismó con ella,tanto que pidió a Vicent que hiciera una copia. Vicent describió la obra a su hermano : " La cabeza con una gorra blanca,  muy rubia, muy clara, ; también la carnación de las manos muy blanca, un frac azul y un fondo azul de cobalto " ,
El cuadro es extremadamente innovador : el artista ha abandonado las poses estáticas y convencionales de los retratos ejecutados en Arles , captando a su amigo en un gesto familiar . En la expresión triste de Gachet veía " la expresión desilusionada de nuestra  época " . En el retrato, Vicent pone en escena un fuerte contrate cromático . El espacio está dividido en diagonal por la linea de la mesa roja , en la que se apoya el doctor  Gachet . El pintor combina en la obra diversos tipos de pinceladas : el plano de la  mesa se ejecuta en trazos rectos, mientras que la chaqueta y una parte del fondo  se animan con trazos curvilneos ; la parte superior de la obra , en fin, separada mediante una línea ondulada que forma una especie de motivo ornamental detrás de la cabeza del médico , se rellena en los entrecruzamientos en ángulo recto que caracterizaban sus retratos provenzales
Mercedes Tamara 
9-11-2012

Bibliografía : Vicent van Gogh, Edit Biblioteca El Mundo

jueves, 8 de noviembre de 2012

LOS JARDÍNES DE SOROLLA

LOS JARDÍNES DE SOROLLA


Tarde de sol en el Alcázar de Sevilla 1910
óleo sobre lienzo 94x64 cm
Colección particular

La esencialidad y la sobriedad de los patios de la Alhambra transmiten el fuerte carácter introspectivo de la obra madura de Sorolla . Los jardínes del Alcázar de Sevilla y del  Generalife de Granada insisten en esa tendencia a la melancolía. Sorolla pinta como refugio frente al cansancio que le produce la vida social a la que le obligan los encargos oficiales. Por eso, la figura humana está siempre ausente . Cargado de múltiples resonancias afectivas, el jardín andaluz es para él una creación homóloga a la pintura misma , un espacio construido donde las arquitecturas vegetales se conjugan con el agua, la cerámica o el mármol para  atraer y regular , no solo la luz y el color sino también el sonido y la brisa . El jardín se convierte así en el escenario de una polifonía sensorial que nos seduce para llevarnos a lo más esencial  de nosotros mismos.

Después de su breve estancia en Andalucia en 1902 , Sorolla vuelve a Sevilla en 1908 para  pintar el retrato de la reina Victoria Eugenia en el jardin de los Reales Alcázares . Se trata, sin duda , de un encargo importante . No se encuentra bien, no se encuentra a gusto, pero, desde el primer momento casi lo único que le gustan son los jardines: " Ahora cuando  almuerce salgo enseguida para Palacio, pues quiero pintar en los jardínes otro cuadro. Esto te gustaría pues no pisas tierra nunca " le dice a Clotilde, " todos están embaldosados con azulejos, todo cercado de mitro, le dan una nota poética muy simpática "



Jardínes de Carlos V , Alcázar de Sevilla 1910
óleo sobre lienzo 63,5 x95 cm
Madrid, Museo Sorolla
Los jardines de los Reales Alcázares son únicos desde todos los puntos de vista. Se levantan sobre una extensa posesión árabe que, a lo largo de los siglos , ha sufrido muchas transformaciones. La parte más antigua es contemporánea de los jardines de la Alhambra, pero se distingue de estos por las intervenciones posteriores de Carlos V y Felipe II , que mezclaron el lenguaje islámico con dialécticas manieristas. La última transformación es relativamente reciente en tiempos de Sorolla , de 1857. La sintesis de los diferentes estilos ha sido siempre uno de sus principales valores ; a todos los pequeños jardines les unía  una forma de hacer de tradición hispanoárabe, como el uso de la cal, el azulejo o también la compartimentación en pequeños espacios en torno a fuentes centrales.

Sorolla se había sentido atraído por la jardineria italiana como muestran los dibujos de la Villa Farnese de Roma-conservados en el Museo Sorolla- y había disfrutado enormemente en los jardines de la Granja en los años inmediatamente anteriores. La configuración de lo Reales Alcázares tuvo que atraerle obligatoriamente . Además, el jardin andaluz estaba  realmente de moda en estos años. Sorolla era consciente de esta popularidad y no debemos olvidar que durante su estancia sevillana en 1908 , tenía la necesidad de producir obras para su gran exposición en Londres



Fuente y jardín del Alcázar de Granada 1917
óleo sobre lienzo 64.5 x 96 cm
Madrid, Museo Sorolla



Pero, aunque no le escapara el aprecio que por estos asuntos tenía el público extranjero, Sorolla, como buen regeneracionista , no estaba dispuesto a pintar españoladas : tenía una buena prevención frente a los tópicos castizos que habían explotado los pintores románticos y que él rechazaba de forma categórica . Y así, salvo los jardines de los Reales Alcázares no encontró más motivos para pintar en Sevilla. Sorolla odiaba las corridas de toros pero era consciente de la riqueza cultural de todos los pueblos y de la necesidad de interpretar fielmente la identidad de cada región. Con su pintura , Sorolla conciliaba el afán europeizador con su defensa del  patrimonio cultural y con la reivindicación de lo español y lo regional , identidades presentes en su pintura.

Los jardines históricos expresaban, por supuesto, esa identidad y no podían " prostituirse "  Sorolla se había propuesto como objetivo estudiar el origen y carácter original de los jardines españoles, que, cada vez más, se encontraban en estado de semiabandono. Pero a pesar de  todo Sorolla en los jardines encontraba la paz. Por la correspondencia que mantenía con  Clotilde se desprende que, en sus primeros viajes a Andalucia, Sorolla se sintió más a gusto en Granada . Allí buscó las grandes perspectivas pero también se refugió en los pequeños  espacios Generalife, Granada muestran precisamente esa doble perspectiva. Sorolla nos  descubre " su punto de vista " : el jardin del Generalife , con su verde, su agua, su ciprés tallado . Y desde este jardin hace partícipe al espectador de la magnificencia expansiva y gloriosa del paisaje




Generalife, Granada 1910
óleo sobre lienzo 81x109 cm
Colección particular

Utiliza dos puntos de vista diferentes para el jardin y para el paisaje, y combina ambos en dos planos sucesivos que parten el lienzo en dos mitades : abajo ( que en realidad es la parte elevada para el pintor ) en el jardin, el espectador se sitúa prácticamente encima de la fuente; a la vez, en la parte superior , la mirada se pierde frontalmente , en un paisaje que avanza hacía el infinito.

En la búsqueda de lugares" expansivos" en Granada , Sorolla encontró , en el sector de la  Alcazaba, en el Jardin de los Adarves , el emplazamiento ideal . Pero, a pesar de su pasión  por el paisaje , Sorolla no dudó en volverse para retratar el jardin , tanto en 1909 como en 1917- Jardin de los Ardaves, Alhambra, Granada , Fuente y jardin de la Alcazaba , Granada. En la primera versión, Sorolla despeja el camino hasta la frodosa y protectora sombra  que junto a la tapia, da paso al recinto de la Alcazaba. Parece como si entráramos en otro jardin, como si, poco a poco, fuéramos penetrando profundamente en un refugio ensoñador y  trascendente.




El ciprés de la Sultana ( Generalife ) 1909
óleo sobre lienzo  106x 82 cm
Colección particular 

Otro de sus" refugios " fue sin duda, El Jardin de la Sultana , en el Generalife. En El Jardin de la Sultana la pincelada se curva , voluptuosa y envolvente . El espectador se siente dentro del jardin, en el borde de la fuente, en medio de una sinfonía sensorial en la que participan los verdores matizados , un rumoroso frescor de agua , el olor de las plantas , el calor del sol... Parece improbable para el espectador y probablemente para el pintor querer estar en otro  lugar

Mercedes Tamara 
8-11-2012

Bibliografia : Sorolla : " Los jardínes de luz, " Edic El Viso

martes, 6 de noviembre de 2012

LAS REDES DE JOAQUIN SOROLLA


 LAS REDES 1893

Las redes
óleo sobre lienzo 50 x 70 cm
Colección particular





Podría decirse que Las redes tienen en la evolución de las obras dedicadas al mar un alcance semejante al que Baile valenciano en la huerta desempeña en la temática regionalista de vertiente rural. Se trata de obras que constituyen el punto de partida de una orientación que no tardará en consolidarse y cuyo argumento conocerá múltiples variantes , especialmente en el caso de los asuntos relacionados con el faenar de pescadores y pescadoras en la playa de  la  Malvarrosa que es donde va a concentrarse la atención del pintor .

En efecto, con anterioridad a La vuelta de la pesca considerado el lienzo fundacional del luminismo , piezas como El pillo de la playa , El día feliz o la que ahora comentamos-sin duda la más completa y vitalista a pesar de su tamaño -poseen ese carácter seminal que deja ver aquí y allá los hallazgos e innovaciones que irán desarrollándose . Por lo que se refiere al titulo , las redes no son aquí o en El pillo de la playa el leimotiv de la pintura; en esta última actúan como excusa para mostrar el acercamiento de un muchacho a una joven , y en la otra, aunque la malla ocupe proporcionalmente un mayor espacio y Sorolla exhiba su virtuosismo en los contrastes entre luz y sombra , no desaparece el galanteo. pues la muchacha vuelve la mirada hacía la puerta en cuanto asoma el joven pescador .El pretexto pueden ser las redes pero el deseo de fondo consiste en captar escenas cotidianas que descubran la indiosincracia del pueblo y, sobre todo, poner en valor la actura luminista , modernista , con que el artista las resuelve y es que en la acepción amplia del término . Sorolla es un modernista , porque con su técnica pictórica , su refinamiento esteticista y su manera de aproximar el motivo al espectador se desmarca ostensiblemente de las corriente decimonómicas.

Piénsese que el modernismo, regionalismo y luminismo coinciden en el tramo más fecundo en su andadura, lo cual produce una continua interacción entre tendencia general contenida y el tratamiento del color . Hay en Sorolla  aproximaciones más precisas al simbolismo y al esteticismo inglés, pero no es necesario contar con un marco o decorado floral para calificarlo de modernista si se entiende ese movimiento en España como aglutinante de muchas novedades foráneas . De ahí , que a veces, sus caracterizaciones de tipos y ambientes , a pesar de su naturalismo resulten algo maquilladas por claras derivaciones esteticistas que se hallan paradójicamente en la base de su poderoso atractivo.




La red
óleo sobre lienzo 50 x 69 cm

Colección particular
En las postrimerias del siglo XVIII se inicía la costumbre de los bancos de mar, pero antes de que empiecen a proliferar los asentamientos fijos de nuevo cuño los pescadores arriendan sus odestas chozas y barracas solicitadas por los habitantes de la ciudad para evitar el viaje de ida y vuelta . Cien años después estas poblaciones de trabajadores del mar como El Cabañaly barriadas aledañas , constituían un reducto de tipismo entre el embate del ecleticismo modernista finisecular . No es fortuita, por tanto, la elección de Sorolla al optar por un tiponde construcción tan emblemática que el mismo Blasco Ibañez describiría poco después en sus textos. Las paredes encaladas le brindaban la posibilidad recrearse en el complicado juego de blancos que origina la luz solar sobre ellas y sobreel resto de elementos , desde el brillo cegador del dintel o de la parte anterior del patío las tonalidades blanquecinas y azuladas que dibujan en el suelo las sombras de un emparrado.


En este oasis de tranquilidad , perfumado por la aroma de un pequeño vergel -apropiado contrapunto cromático donde se exaltan los complementarios - una joven que usa la pañoleta y el delantal tradicionales y luce una flor en el moño ayuda a un viejo pescadora preparar las  redes. El portal de acceso permite observar las barcas varadas en la arena y una minúscula porción de mar ; sin embargo , otros detalles igualmente reveladores  como la jaula para el pajarillo , el arbolito que pegado a la pared se eleva tras la mujer- probablemente un jazminero- o la cuerda sobre la que se dobla la ropa tendida , evidencian la familiaridad y el conocimiento de quien está acostumbrado a deambular por la zona e incluso veranear en ella.
Acerca de Las redes se ha dicho también y no sin razón que establece un muy digno antecedente de Cosiendo la vela En cuanto al título , vale la pena tener en cuenta que Sorolla realizará en años posteriores una serie de lienzos que giran en torno a la importancia de dicho aparejo , imprescindibles en las artes de la pesca. Las redes, pues, ya no serán simplemente una coartada o motivo secundario sino que adquieren un notable protagonismo . Es lo que sucede por ejemplo en Pescadores recogiendo las redes , La red, Remendando las redes ect


Mercedes Tamara 
6 -11-2012

Bibliografía : Sorolla, Begoña Torres González , Edic Libsa