jueves, 22 de noviembre de 2012

MARÍA CLOTILDE JOAQUIN SOROLLA

MARÍA CLOTILDE 1900
María Clotilde
Óleo sobre lienzo 110x 80 cm
Colección particular

Este retrato es uno de los muchos que pintó Sorolla a su hija mayor y uno de los más brillantes.La fecha en que lo realizó ,1900 corresponde a un momento profesional muy importante para el artista, pues en ese año se le concedió el Grand Prix en la Exposición. Su hija tenía diez años y para entonces ya había pintado ocho de los treinta y tres retratos que se conocen de su primogénita, sin contar los numerosos apuntes y cuadros en los que figura con su madre y sus hermanos.

Éste, con un dominio absoluto del blanco, es un prodigio de ejecución y de equilibrio sobrio  de paleta y sencillo de composición . El artista logra transmitir la delicadeza de su hija, su serena belleza y su bondad. María vestida de blanco-el color que más le gustaba a Sorolla para retratarla-está pacientemente sentada en una silla con las manos entrelazadas,mirando  a su padre con una mezcla de curiosidad,timidez y ensoñación, esperando el momento que le libere de la sesión . El único gesto que muestra cierta impaciencia está en sus dedos pulgares apenas tocándose por sus yemas y con los que probablemente juguetea.


El amor de Sorolla por su hija queda tan patente en este retrato como en las palabras que expresa en la carta que escribe a su mujer en 1892, cuando dice: " Celebro en el alma la mejoría de nuestra María Clotilde dale besos, pero muchos de su padre que se le achica el corazón cuando está lejos de ella , porque esa niña eres tú y soy yo así que amándola tanto nos corrobora el cariño que sentimos por nosotros mismos " 


El magistral uso del blanco en la bata de algodón , que sólo se adorna con el vaporoso volante que encuadra su pecho y hombros, se hace aún más patente en el brillo de las dos perlitas que abotonan sus puños. Los discretos lazos que sujetan que sujetan el pelo de la niña, de un rosa suave , contribuyen a que se valoren en su justa medida los blancos , que destacan además gracias al sano color de la cara y manos de la niña y de su pelo moreno . Detrás de María  se ve un paramento de azulejos valencianos, que muy frecuentemente cubrían las cocinas de su tierra , en los que dominan el azul y el amarillo dorado, el color de su mar y el de la calidez de la arena iluminada por el sol del Levante.





La nena
óleo sobre lienzo 34 x 49 cm
Colección particular


Sorolla llevaba tiempo pensando en el retrato de su hija con su bata blanca ; ese verano en la playa de la Malvarrosa había realizado una serie de dibujos rápidos de María en cuclillas sentada en un pequeño taburete en la arena y también en una mecedora ( en la que solía sentarse su abuela mientras vigilaba sus juegos ) de modo que quizás estaba pensando en realizarlo al  aire libre . Pero finalmente allí no se llevó a cabo y lo pintó a la vuelta del verano en su casa de Madrid . Sin embargo, hay unos elementos compositivos del retrato que ya están presentes en los dibujos de ese verano a pesar de la enorme diferencia del escenario. Uno es el punto de vista bajo en el que se sitúa el artista para dar mayor monumentalidad a la figura de María y otro es esa linea horizontal , alta, presente en todos los dibujos , a la altura de las mejillas de la niña , que en unos casos es el horizonte, acentuando esa concepción fotográfica tan frecuente en las composiciones de Sorolla y que en el segundo dibujo, al haber situado aún más el horizonte, marca los distintos matices que cobra el agua en la arena. En el caso del retrato de María Clotilde es la linea alta y oscura del respaldo de la silla , que le cruza las mejillas de la niña consiguiendo que el volumen de la figura adquiera toda su corporeidad . Por lo demás, María lleva la misma bata blanca vaporosa , impoluta , su mismo pelo recogido y los mismos lazos.

El primer retrato de María lo pinta Sorolla en 1890 cuando su hija tiene apenas un mes , María Clotilde Sorolla García y, al mismo tiempo, realiza también una delicada acuarela de la niña en brazos de su madre que títula El primer hijo . Antes de cumplir los dos años, en 1892 , pinta un nuevo retrato ,María ,que dedica a sus abuelos. En él, la cuidadosa pincelada de Sorolla cuando dibuja la carita de su niña, se convierte en unos trazos sueltos, potentes, al representar su blusa blanca. Un años después en 1893 , presenta en el Círculo de Bellas Artes de Madrid un nuevo retrato María Sorolla o La nena , un busto en el que María , también con un traje blanco y un  vaporoso volante , en este caso de tiras bordadasmira de frente ,y desde la profundidad de sus ojos se acentúa la transparencia de su piel que acusa lo enferma que acaba de estar.



María sentada 1894
óleo sobre lienzo 64x80cm
Colección particular


María desde niña fue delicada. El fondo en ocres enfatiza la sensación de falta de salud de la pequeña y el tiempo que hace que no recibe el sol. De 1894 es otro de los retratos que Sorolla  pintó de " su niña " anteriores a 1900 María sentada, en eel que la hija del artista está sentada en una silla con brazos , colocada en diagonal ( en una posición muy similar a la que presenta su primo en el cuadro Retrato del niño Jaime García Banus ) mira atentamente con curiosidad a su padre mientras pinta, con esa especie de arrobamiento , que se aprecía en casi todos los retratos de María. Este cuadro, que bien podría ser el antecedente de María Clotilde , no tiene claridad ni la actualidad de este último. Hay un avance increíble en concepción y uso del color entre estps dos retratos. Cuando pinta María Clotilde , Sorolla ya había entrado en el mundo del arte moderno .

Mercedes Tamara 
22-11-2012


Bibliografía : Sorolla, Begoña Torres González , Edic Libsa

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