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Clotilde y Elena en las rocas de Jávea óleo sobre lienzo 89,7 x 126,5 cm Colección particular |
Cuando Sorolla pinta esta obra en 1905 se encuentra ya en plena madurez artística . Para entonces ya había conseguido todos los premios y galardones inimaginables : hacía unos años le habían concedido el Grand Prix en la Exposición Universal de París de 1900 y la medalla de honor en la Exposición Nacional de Madrid de 1901, y también había sido nombrado caballero de la Gran Cruz de Isabel la Católica , hijo predilecto de Valencia, caballero de la Legión de Honor , académico de Bellas Artes en París, Lisboa y Valencia.
Es precisamente en Jávea , en los meses de agosto y septiembre de este año 1905, donde el artista desarrolla toda su potencialidad como pintor.Allí se traslada con su familia a descansar y pintar ese mar Mediterráneo tan intenso de color en ese trozo de costa tan distinto al de Valencia.
Jávea es un pequeño pueblo alicantino del que Sorolla se había enamorado en su primer viaje en 1896. Son vivos testimonios del impacto que le produjeron lox paisajes de esta localidad , las cartas que envió entonces a su mujer : " Jávea sublime, inmensa , lo mejor que conozco para pintar....estaré algunos días. Si estuvierás tú...dos meses" . Y continúa : " Este es el sitio que soñé siempre , mar y montaña, pero ¿ qué mar ?. El cabo de San Antonio es una maravilla; monumento de color rojizo, enorme, inmenso y su color en las aguas de una limpieza y un verde brillante, pero una esmeralda colosal "
Sorolla regresa a Jávea de nuevo solo en 1898 , siendo acompañado años despuñes por su mujer y sus hijos durante los veranos de 1900 y este de 1905
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Rocas de Jávea y el bote 1905
La intensidad de la paleta de Sorolla, alcanza límites insospechados en la obra realizada estos dos últimos veranos y especialmente en el de 1905 . El crítico de arte Rafael Doménec refiriéndose a este momento escribía en 1910 :" No hay atrevimiento cromático ante el cual retroceda Sorolla " mientras Pantorba anotaba.
Sorolla, sin aumentar los colores de su paleta, que en como todos los verdaderos coloristas, son pocos, extiende y multiplica el número de los matices, así como el número de los contrastes solares y logra preciosos acordes con azules y amarillos, violetas y cadmios, verdes, rojos, sin olvidar las riquísimas mondulaciones del blanco, color en cuyo empeño siempre sabe de notas personales. No se detiene ante ninguno de los problemas que la deslumbradora claridad levantina le ofrece ".
Cuando Sorolla viaja a Jávea el verano de 1905, está preparando ya su primera exposición individual, la de París de 1906, que tendría lugar justo antes del verano siguiente y en la que desea presentar un elevado número de obras nuevas. Por ello, ese verano pinta setenta y cinco cuadros entre obras de pequeño y gran formato.
En la exposición de París esta obra , como se puede ver en una de las fotografías panorámicas del Gran Salón de la Galeria Geuges Petit Y allí sus obras obtuvieron estruendosos éxitos.En este cuadro se conjuga deliciosamente la pasión de Sorolla de la pintura y su amor por la familia. Aquí aparece su mujer Clotide y su hija menor Elena que, sin perder su elegante compostura trepan por las rocas encrespadas de ls rocas de la costa de Javea , de esa piedra " tosca " que en la sombra adquiere tonos marrones y rojizos y que el sol destella en dorados. La blusa de Clotilde y el vestido de Elena , blancos, etéreos, el color preferido por Sorolla para pintarlas frente al mar , no despliegan todo su poderío al encontrarse a la sombra.
Al final del cabo de San Antonio, iluminado por el sol de la tarde y el mar de azul añil intenso, restan protagonismo a las figuras del primer término a las que envuelven dominando claramente en la composición el paisaje. El cuadro es además claro ejemplo de como " a lo largo de toda su obra el pintor acostumbró a su público y al mercado del momento a reconocer a los suyos siempre impolutos y bien dispuestos (....) y adecuando sus intereses de representación al más refinado gusto internacional.
Mercedes Tamara
26-10-2014
Bibliografía : Sorolla, Begoña Torres González , Edic Libsa
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