lunes, 24 de septiembre de 2012

LA HORA DEL BAÑO DE JOAQUÍN SOROLLA

LA HORA DEL BAÑO 1904
La hora del baño
óleo sobre lienzo 84 x 119 cm
Colección particular



Tras su consagración europea en París - que culminó precisamente en este fecundo año de 1904 - Sorolla desarrolló una extraordinaria producción comercial para satisfacer a una extraordinaria clientela amplia y cosmopolita que buscaban poseer su preciada firma. Entre estos lienzos tiene cabida un tipo de escenas de playas, concebidas como verdaderas  pinturas de composición y realizadas ya dentro del estudio, de entre las que destaca esta obra como uno de los ejemplos de mayor significado que aprovechan otras pinturas previas realizadas al aire libre. Pensado para el mercado internacional, el cuadro pasó poco después de ser pintado a manos del famoso marchante de arte y coleccionista José Artal ( 1862- 1918 ) quien lo expuso y vendió inmediatamente en su salón bonaerense , tal y como haría  con la obra de otros muchos maestros contemporáneos de prestigio.
Para llevar a cabo la composición del cuadro , en el que es evidente que Sorolla hizo alarde  de las mejores facultades de su oficio así como de su perfecto conocimiento de los gustos  del mercado artístico, combino el empleo de un fondo que ya había pintado del natural como espléndida composición autónoma un año antes incorporando a este escenario la  presencia de varios grupos de figuras . En el primer plano de esta nueva vesión, ideada  ya en su taller, aparece una muchacha de perfil, con una bata rosa que despliega un  hermoso lienzo blanco para recibir a unos niños que salen del agua . Se trata de un tipo de figuras que el maestro repetirá en otras ocasiones y en las que se recrea en el efecto  de la luz que se transaprenta a través del paño, imitando a las velas hinchadas de los barcos. El resto de la composición esttá construida con planos superpuestos a diferentes escalas . Tras esta primera escena, aparece un tiro de dos yuntas de bueyes que ponen  en seco una balandra de pesca y que repite la composición señalada con un modelado  más suave dado su posición en segundo plano.
Cada uno de estos elementos compositivos autónomos entre si, se conectan a través del suntuoso efecto de la luz resplandeciente que Sorolla despliega en el lienzo y que es sin duda su mayor atractivo. Asi el artista lo preparó con una capa de imprimación de  color violeta que es perceptible en toda la superficie de la obra, color que en la primera versión del fondo de esta obra sólo empleó parcialmente para activar el centelleo del  mar . Esto le permitió ajustar ciertos desfases de escala entre las figuras unificadas  por la superposición de pinceladas blancas y azules con las que Sorolla describe las  crestas transparentes del agua del mar , iluminado por el sol de poniente . El manejo de todos estos recursos garantizaron la complacencia del mercado en las virtudes decorativas de la obra, que permitieron a Sorolla abundar en una técnica de extremo iluminismo que no repetirá muy a menudo.
Mercedes Tamara 
24 -09 2012


Bibliografía : Sorolla, Begoña Torres González , Edic Libsa

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