CORRIENDO POR LA PLAYA 1908
CORRIENDO POR LA PLAYA óleo sobre lienzo 90 x 166,5 cm Bellas Artes de Asturias |
Es este uno de los cuadros más bellos de Sorolla en lo que se refiere a la interpretación del movimiento . Desde el año 1904 el artista había comenzado a interesarse por reflejar en sus obras la energía dinámica , llegando esta idea a la captación de lo fugaz , del instante , a su máximo paroxismo en torno a los años 1908-1910.
La postura de las tres niñas que corren jugando a perseguirse por la playa, resulta,como es habitual en el artista, natural y espontánea . Su principal interés radica en la plasmación de la carrera, de la velocidad y del brío y podemos decir que lo ha logrado plenamente .
Acentúa esta idea , no solamente el estudio analítico del cuerpo infantil en movimiento, sino toda una serie de aspectos que utiliza en el cuadro y que contribuyen a esta " impresión " : se trata de una acción paralizada -que va a realizar, pero no ha llegado a completarse todavía - de un movimiento aún en potencia.
El espectador es invitado a participar, casi se ve obligado a terminar ópticamente el dinamismo de esta acción. El marcado formato horizontal de la tela contribuye a esa sensación de secuencia, que insinúa que la carrera va a continuar fuera del propio lienzo.
La fuerza motriz se sugiere fundamentalmente por las extremidades de los niños- llevadas a cabo por medio de una linea de gran movilidad en el trazo- y por el movimiento de los paños que se inflan con el viento y revolotean alrededor de las piernas de las niñas, enfatizando , aún más, la idea de inestabilidad y movimiento, la ilusión de lo fugaz.
Frente al Mediterráneo, Sorolla aclara y lava su paleta para quedarse sólo con el color que su visión genial quiere aprender. Hace las mezclas en el momento, directamente, para no perderse nada, repentizando el matiz exacto y llevándolo inmediatamente al lienzo, con una pincelada suelta , sin durezas ni recortes, lo que exige del artista valenciano verdaderas condiciones de superdotado.
Es una recreación de la luz solar sobre las figuras, pero, también, de la sombra transparente sobre telas claras y los cuerpos desnudos de los niños.Ese es el único secreto de su luminismo: abarcar en un golpe de vista la multiplicidad incontable de tonalidades que ofrece la naturaleza para adaptarlas , de forma sintética , al lienzo.
El dinamismo de la luz que se refracta en las olas, la resaca o la superficie del agua , en combinación con los reflejos del cielo y el colorido local eran, evidentemente, temas muy estimados por los impresionistas.
Mercedes Tamara
15-12-2013
Bibliografía : Sorolla, Begoña Torres González , Edic Libsa
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