miércoles, 2 de enero de 2013

El JARDÍN DE LA CASA DE SOROLLA

EL JARDÍN DE LA CASA DE SOROLLA 1917
El jardín de la Casa de Sorolla
óleo sobre lienzo  95,5 x 64 cm
Valencia , Ayuntamiento de Valencia ,
Museo de la Ciudad





La lección de los patios y jardínes andaluces resulta crucial para la configuración del " jardín del artista " que Sorolla construye en su casa de Madrid. Concebido como espacio de intimidad familiar y también como fuente de inspiración para su trabajo . Sorolla dedicará sus últimos años a su creación y recreación , al tiempo que extraerá de él un caudal inagotable de motivos pictóricos. En el proceso de realización de este jardín no solo copia de algunos rincones concretos de los jardínes sevillanos y granadinos que tan bien conoce, sino que trasplanta al centro de  la meseta castellana, fuentes, azulejos, columnas , estatuas, árboles frutales o plantas ornamentales , apasionadamente buscadas y traídas desde Andalucía .La lección de esencialidad .intimidad y lirismo que Sorolla había aprendido en los patíos y jardines andaluces queda sublimada en el juego de espejos que tejen los artificios paralelos de su jardín último y su última pintura.





En 1909, Sorolla aborda la construcción de su propia casa taller en unos solares adquiridos en el llamado paseo del Obelisco, donde actualmente se encuentra el Museo Sorolla . Para el pintor esta casa supone la culminación de muchas de sus aspiraciones personales y profesionales: no solo le permite trabajar cerca de su  familia ,sino que , sobre todo, se trata de un espacio con un valor representativo  fundamental que simboliza su éxito y su ascenso social 

Azucenas
óleo sobre lienzo 96x64,5 cm
Madrid , Museo Sorolla


El hecho de que la casa dispusiera de un jardin resultaba fundamental para el pintor y su familia . Imbuido por las ideas de la Institución Libre de Enseñanza . Sorolla creía firmemente en las ventajas de una vida en contacto con la naturaleza y al aire libre . En este sentido , el jardín era una necesidad para la higiene familiar que, a la vez , le permitía pintar en compañiade su familia . Asi lo comentaba él mismo a su amigo Pedro Gil , respecto a su primer jardín  en la calle Miguel Ángel 


 Aumentando el presupuesto estoy realmente mejor para mi Clotilde y mis hijos, sobretodo para la primera, pues el poco jardín que tiene la casita es el suficiente para que viva al aire al sol que es lo que de continuo le aconseja el médico . Tiene el jardincito muchos y hermosos  árboles , algunos muy grandísimos y bastante sol para poder pintar






A finales del siglo XIX , surgen numerosos jardínes privados que reproducen el esquema de los parques públicos. Cada vez más, comienzan a desdibujarse los limites entre lo privado y lo público , y el jardín se configura como un " salón del exterior, atractivo para recibir a las amistades Tomando el té en el jardín de la Casa Sorolla muestra precisamente la función que podía adquirir el jardín de los Sorolla , como lugar de sociabilidad elegante . El jardínpermitía a la familia compartir una cierta intimidad que no llegara a vulnerar la verdadera intimidad interior
Jardín de la Casa de Sorolla 1919
óleo sobre lienzo 50 x 60,5 cm
Madrid, Museo Sorolla






En algunas de las pinturas de Sorolla en torno a su jardín tenemos la sensación de estar accediendo a un espacio íntimo , al que nos invita a pasar, pero en el se nos advierte que no es fácil pasear a nuestras anchas. Sorolla invita al espectador a participar de su lugar de refugio y meditación , le muestra tanto el camino como los elementos fundamentales de sus reflexiones pictóricas, pero eso no significa que le permita entrar dentro de su casa -tanto en el sentido real como el figurado-



En Jardín de la Casa de Sorolla el pintor se sitúa precisamente en la puerta de la entrada dela casa principal , para retratar , de forma oblicua, el porche. Muestra así uno de los espaciosde sociabilidad fundamentales para la casa ; el espacio que sirve de nexo entre la intimidad familiar y la función representativa del jardín . Resulta fundamental la manera en la que Sorolla muestra y deja de mostrar su casa en sus pinturas en torno al jardín . El cuadro más representativo de este respecto es El jardín de la Casa de Sorolla. El pintor establece una serie de verticales -los dos troncos de los árboles y los marcos laterales de la ventana -horizontales.los macizos de flores , los marcos horizontales de la ventana y el friso que recorre la fachada-y diagonales -los caminos del jardín .que marcan el ritmo de las diferentes distancias. En esteentramado de lineas , entre la luz malva del crepúsculo , destaca el enrejado de la ventana iluminada. La luz interior, signo de presencia humana , confiere un acento de clara intimidad a la que no tenemos acceso





Geranios, Jardín de la Casa de Sorolla
´óleo sobre lienzo 65 x 55 cm
Madrid , Museo Sorolla











LLama la atención como la pintura de Sorolla evoluciona a través de los jardínes, desde sus primeros patíos granadinos hasta su producción en el jardín de su casa . En una de las primeras cartas que Sorolla le escribe a su mujer desde Sevilla, se queja del escaso carácter que tienen los tipos andaluces y de cómo , por tanto, debe verse abocado a pintar " cuadros sin figuras " Debemos tener en cuenta que Sorolla se enfrentaba en Andalucía con la experiencia de haber pintado en los jardines de La Granja , convertidos en verdaderos escenarios de la vida elegante  de su mujer y sus hijas . La ausencia de personajes y, con ella, el silencio , se va apoderando de sus patíos andaluces : sus jardínes poco a poco dejan de ser " cuadros sin figuras" para
convertirse en refugios de introspección y silencio.



A la hora de enfrentarse con el jardín de su casa , esa sensación de refugio se acentúa . La intimidad que le proporciona su propio jardín no era un asunto menor a la hora de valorar este como un lugar de experimentación para los efectos de luz y color sobre sus propias flores y plantas : " Me veo asediado de pintores , amigos y curiosos , y esta es mi mayor desgracia , como tú sabes..." le decía el pintor a su mujer desde Granada :" Parecen  moscas , escribía en otra ocasión desde Valencia







Detalle del jardín de la Casa de Sorolla
óleo sobre lienzo 60x 50 cm
Madrid, Museo Sorolla


Su jardín se convierte entonces en un refugio en el que integra todo aquello con lo que se siente a gusto : " La casa de Sorolla era la más comprensiva y extensiva interpretación del dueño (...)¿ No será la casa que construimos algo así como la concha calcárea de un  molusco , secreción dura de nuestra secreta intimidad ? , se preguntaba Pérez de Ayala  sobre la Casa Sorolla . La correspondencia con su mujer muestra hasta que punto su implicación fue grande , tal como se pone de manifiesto en el texto de David Ruiz y Ana Luengo




El jardín no copia la naturaleza sino que proclama su artificio . El mármol, la planta , la flor,el agua prestan su sorprendente plasticidad para ofrecer una visión colorista , poética y sugestiva . En este sentido , el " jardinero-artista " confecciona un espacio cargado de evocaciones y significaciones afectivas personales " Proyecta en el jardín aquello que más le representa: " Siempre había amado el cielo, el agua , las plantas y las flores . Todos esos elementos se hallan en abundancia en mi pequeño estanque " decía Monet desde Giverny





Jardín de la Casa de Sorolla
óleo sobre lienzo 50 x 60 cm
Colección particular








Sorolla por su parte había amado los patíos y jardines andaluces, pero necesitaba fusionar la esencia del jardín español con la exhuberancia colorista de las flores . Esta gran fusiónse estaba produciendo estos años en el parque de María Luisa de Sevilla . Las investigacionesde Ana Luengo y David Ruiz demuestran que, muy probablemente, Forestier visitó el jardín de la Casa de Sorolla en 1911 en un momento en el que ya había entregado el proyecto del parque de María Luisa .




Parece evidente que ambos trabajaban en el mismo concepto de jardín . Forestier reinterpretólas formas tradicionales del jardín andaluz , recuperando el uso de la cerámica, azulejo y de lacompartimentación , pero sin renunciar ni un ápice a la explosión del color y el olor de las flores.Sorolla halaga la obra de Forestier en el parque de Maria Luisa , lo describe en el momento desu inaguración en 1914 .




Es una cosa tan colosalmente bella que los jardínes del Alcázar son pobres y tristesqué rosas, qué emparrados de estas, estanques, bancos de azulejos ,árboles magníficos todo oliendo a azahar, todo entibiado por una atmósfera saturada de vida, alegría de sol

El jardín de Sorolla refleja el universo interior del pintor : es el lugar  de la melancolia, de la paz , de la tranquilidad y, finalmente , de la invitación a la meditación .Una vez construido,el pintor podía enfrentarase a sus últimos obras-los jardines de su casa-con la sincera esencialidad y el sobrío refinamiento de un artista pleno , que seguía reflexionando sobre las posibilidades de su pintura


Mercedes Tamara
2-enero 2013


Bibliografia :Sorolla : Jardínes de Luz. Edic El Viso

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