MARÍA LA GUAPA 1914
María la guapa óleo sobre lienzo 125x 100cm Museo Sorolla, Madrid |
Dedicado en cuerpo y alma a la decoración de la Hispanic Society, Sorolla recorre las provincias españolas en busca de tipos populares con carácter . En el año 1914 retorna una vez más a Sevilla, donde quería representar la Semana Santa a través de la escena deLos nazarenos , gran papel que hoy forma parte de la biblioteca de la Hispanic Society.
En busca de modelos apropiados para su inspiración, todavía tiene tiempo de pintar algún que otro cuadro con una temática basada en la mujer andaluza , personificada en la gitana . Aunque con desigual éxito , este tema lo había abordado desde muy temprano , como podemos constatar a través del lienzo Gitana ( Museo Nacional de Bellas Artes de la Habana ) realizado en 1899.
Como es sabido, uno de los arquetipos fundamentales inherentes al tradicional casticismo español es el que se refiere al mundo de los gitanos . Fundamentado durante el siglo XIX con el Romanticismo , fue retomado primero por los escritores del 98, con cierto sentido crítico, siendo más tarde reelaborado , siendo más tarde reelaborado por el regionalismo , que subrayó su aspecto más simbólico y esteticista.
El tema de las bailaoras de flamenco y de las gitanas tenía como destino - Sorolla siempre tan práctico- una gran tela encargada por el millonario Thomas Ryan titulada Baile en el Café de Novedades de Sevilla. Entre sus estudios con destino a este panel siempre destaca una modelo, la conocida María la Guapa, que aparece también en este óleo , situada en un ambiente previo al baile y a la fiesta flamenca , como indica el número de sillas dispuestas en círculo , alrededor de este típico patío andaluz.
El cuadro se inscribe dentro del " gitanismo " cultivado por tantos otros pintores figurativos españoles durante las primeras décadas del siglo : Julio Moisés, Ignacio Zuloaga, Manuel Benedito, Juan de Echevarría , Miguel Viladrich etc Atraídos por el exotismo de los tipos , la espontaneidad, a veces descarada, de sus actitudes y ese halo de misterio legendario de esta raza, los artistas plasmaron tanto sus facetas meramente pintorescas , como su intensidad dramática más honda . De todos ellos será Julio Romero de Torres , conectado con la concepción simbolista del arte , quien dibujará el tipo más característico de la mujer andaluza.
Sorolla no escapa a esta seducción . Sin embargo, a diferencia de las musas gitanas de Romero de Torres- mujeres hieráticas, frías y enigmáticas y como hipnotizadas - nuestro artista pinta gitanas de carne y hueso, mocitas de piel coloreada por la sangre interior , que emana verdadera vida.
Mocita andaluza 1914 óleo sobre lienzo 120x90 cm Colección particular |
Atendiendo en cierta manera al tópico, ve a Andalucia a través de esas mujeres morenas, sensuales y apasionadas , de ojos misteriosos y mirada profunda , de aire agitanado , tocadas con mantillas , mantones, abanicos, flores y abalorios Es una visión colorista y decorativa , ajena a planteamientos muy intelectualizados y, sin embargo, impregnada de cierto valor simbolista que se manifiesta tanto en el uso del color , como en la aparición de un cierto componente erótico, aunque sea un erotismo que no está exteriorizado del todo.
No se trata de una belleza felina y de mujer fatal , pero, sin embargo, en conjunto, tiene un aire más chulesco y electrizante que otros tipos femeninos abordados por el pintor . Tiene algo de Venus y maja agitanada , goyesca en desenvoltura , sobre todo por la mirada fija e inmantadora de sus ojos zahoríes -el detalle más expresivo de la obra - que le confiere un cierto tono de mujer seductora y libre.
Es tal su penetración visual que, en esta ocasión consigue llegar más allá del natural y sabe, como ninguno , perfilar las formas visibles . A pesar de la técnica sutilísima y desenvuelta - no sacrifica, en aras de la impresión global, el modelado detallado del rostro. Muy al contrario , delata una preocupación fundamental por el retrato, género en que basó su fama. Los colores y matices -tanto en la luz como en la semipenumbra- están conseguidos y tratados con una suavidad , con una limpieza y transparencia que, en ningún caso, rompe el ritmo que se establece entre los rosas, ocres, verdes y malvas alternándose con los azules, carmines y sienas
No hay comentarios:
Publicar un comentario