EL CIRCO 1891
El circo
óleo sobe lienzo 185,5x 152,5 cm
Paris, Museo de Orsay
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Seurat nunca llegó a terminar esta ambiciosa obra , ya que murió repentinamente en 1891, pero sin embargo la había expuesto inacabada en el Salón de los Independientes ese mismo año. Con ella pretendía dar testimonio de los principios artísticos que había desarrollado durante los diez años anteriores y dejar claro la importancia de sus aportaciones a la pintura moderna de la época. La crítica reaccionó con un silencio indiferente. Paul Signac , por el contrario, comentó entusiasmado : " El cuadro de El circo refleja lo más puro, lo más fresco ".
Por medio de la ordenación de las superficies, Seurat logró congelar el marcado contraste entre el movimiento de la pista y la inmovilidad de las gradas. Los artistas retratados en la obra eran los del Circo Medrano, instalado cerca del taller del pintor. En función del poder adquisitivo del público asistente se ofrecían distintas posibilidades de acomodación, desde los caros asientos cercanos a la pista hasta los ecónomicos bancos del gallinero. Quizás como testimonio del precio algo más elevado de las primeras filas, Seurat dejó libre la mayoría de las localidades situadas detrás de la amazona.
El pintor consiguió crear cierta profundidad en la composición espacial al reducir progresivamente el tamaño de los espectadores de las últimas gradas, pero sin buscar con ello efectos de perspectiva. La mirada se pasea por igual sobre todas las superficies del cuadro,ya que falta un punto de referencia común. En la pista se dan cita varios personajes : la amazona sobre su caballo, un payaso acróbata , el domador y otro payaso. La figura del cómico del primer plano actúa de contrapeso comletando la formación circular en la que Seurat ordena a los personajes.
A través de la postura de algunas figuras, como la inclinación de la amazona a causa de la velocidad de su montura y la pose del domador , se dota a toda la escena de un movimiento diagonal . Así se rompe un poco el rígido espacio octogonal formado por la curva demasiado abierta de la pista. Seurat trazó, además lineas en zigzag, que no tienen una función figurativa : la banda amarilla que se ve detrás de la bailarina y las rayas de un color parecido a la entrada a la pista son como réplicas del movimiento del látigo.
El colorido del cuadro está dominadopor un luminoso tono amarillo. Muchas de las superficies están aclaradas con blanco, e innumerables puntos amarillos, naranjas y rojos resaltan junto al azul de los bordes y las sombras. El marco original lo pintó el propio Seurat en azul o violeta. Se puede afirmar que a causa de la objetividad de los medios de representación de este artista, el espectador no siente ni una chispa de emotividad al contemplar el cuadro. Las figuras del público son sólo estereotipos y los artistas parecen autómatas. El vivo y dinámico mundo del circo está artificialmente congelado en esta escena
Mecedes Tamara
11.07-2013
Bibliografía : Gran Atlas del Impresionismo, Edic Electa
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