DOS SEVILLANAS 1914
Dos Sevillanas Óleo sobre lienzo 97 x 102,5 cm Museo Sorolla, Madrid |
Con voluntad de perpetuar un costumbrismo andalucista descontextualizado de la realidad histórica y social , está atento sólo a recoger la espuma de unas pretendidas esencias tradicionales, sólidamente convertidas en tópico,no sólo de lo andaluz , sino de todo lo español. Ese tipismo no es más que un tributo a la moda del momento-costumbrista o si se quiere decir regionalista-que acaba ampliamente superado por la importancia de la ejecucción , resuelta con evidente maestría técnica.
El procedimiento, la técnica , registró en Sorolla unos cambios paralelos .El más significativo de todos ellos quizá fue el de la pincelada , que se tornó progresivamente más larga ,más ancha , más fluída y untuosa .pero también más matizada y con mayor capacidad de sutileza .
Este rasgo, común a varios pintores de la época , fue fruto de una sintesis de experiencias pictóricas contemporáneas y de la poderosa gravitación del menos es más " velázqueños ".
GITANA 1912 óleo sobre lienzo 110x 63,5 cm Colección particular |
Su paleta se va haciendo cada vez más rica en matices . La profusa utilización de rosas y malvas anuncían lo que será su obra culminante - por lo que se refiere a la temática playera -; La bata rosa pintada en 1916.
Siente fascinación por la policromía de los tejidos , por el ropaje en sus diferentes calidades y, de manera especial , le cautivan la piel y cabellos negros y sedosos. Sorolla se detiene en los aspectos de carácter plástico más llamativos de los personajes, como la caracterización de sus rasgos y carácter- con pretensiones eminentemente decorativas -la policromía viva de sus indumentarias . Todo ello le lleva a usar soluciones un tanto convencionales , aunque el resultado final no está exento de lirismo y una desenvoltura técnica conseguida a través de la siempre diestra mano del autor.
JOAQUINA LA GITANA 1914 óleo sobre lienzo 125,5x 81 cm Museo Sorolla , Madrid |
En este caso sitúa a sus dos personajes en un interior , aunque la luz solar no deja de penetrar en él, quizá a través de las cortinas o persianas, dejando, a su paso, cegadores puntos de luz que parecen revolotear por el suelo de la estancia , posándose de forma caprichosa sobre la piel de las muchachas. Se encuentra bastante cerca de aquellas risueñas señoritas a contraluz que pintara el maestro Cecilio Pla , representante de un -pese a todo-despreocupado optimismo fin de siglo.
En ambos el luminismo será la nota fundamental, aunque entremezclada con ciertos rasgos de tipo modernista, como el protagonismo femenino, el uso del color y el tipo de composición. En este sentido es difícil pasar por alto, por ejemplo, las similitudes con los lienzos de Julio Romero de Torres representaba, por las mismas fechas, muchachas vestidas de blanco a contraluz sobre fondo de patíos cordobeses fuertemente iluminados por el sol.
Mercedes Tamara
10-10-2013
Bibliografía : Sorolla, Begoña Torres González , Edic Libsa
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