MUJER EN UN CERCADO 1887
Mujer en un cercado óleo sobre lienzo 55 x 65 cm Paris, Museo de Orsay |
Claramente influida por la técnica de Seurat, muestra esta obra, ejecutada en 1887, un deseo de experimentación con el fenómeno óptico de la fusión de los colores en la retina del espectador. Ha sido construida por medio de pequeños toques aislados de color puro, cuya yuxtaposición se pretende origine el efecto visual de los medios tonos.
El procedimiento no consigue el propósito teórico más que a través de un esfuerzo intelectual de síntesis. Convencido del fracaso de este intento, Pissarro retornó muy pronto a su propia fórmula pictórica, enraizada en la ortodoxia del impresionismo. Hay que considerar al artista como una personalidad ecléctica, interesada por las diversas tendencias renovadoras que aparecieron en su momento. Su mentalidad científica le convirtió en mentor de Gauguin y en consejero de Cézanne.
Mercedes Tamara
10-10-2016
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