Durante sus frecuentes visitas al Louvre, Cézanne pronto se sintió impresionado por los grandes maestros clásicos, especialmente aquellos interesados en el desnudo como Tiziano, Rubens, Tintoretto, Veronés o Poussin. "El Louvre es el libro en que aprendemos a leer; sin embargo, no debemos contentarnos con retener las bellas fórmulas de nuestros ilustres predecesores. Salgamos de él para estudiar la hermosa naturaleza" escribía a su amigo Bernard.
A lo largo de la década de 1880 realizará una amplia serie de lienzos protagonizados por figuras desnudas, siendo las Grandes bañistas la culminación de la serie. Los personajes se integran a la perfección en la naturaleza, situándose en diferentes posturas para poder estudiar las más variadas poses, poses que curiosamente no se realizaron nunca utilizando modelos vivos. Los amplios volúmenes de las mujeres desnudas están resaltados gracias al color, utilizando una pincelada rápida que, en forma de facetas, va configurando la estructura anatómica de cada una de las figuras. La iluminación empleada es bastante arbitraria pero provoca la creación de sombras coloreadas habituales del impresionismo. Estas obras servirán de ejemplo a Picasso y Matisse para su particular aportación a la pintura contemporánea.
Mercedes Tamara
15-12-2018
Bibliografia : " Artehistoria "
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