AUTORRETRATO CON GORRA 1875
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Autorretrato óleo sobre lienzo 53 x 38 cm San Petesburgo, Museo del Ermitage
" Era alto y delgado de articulaciones nudosas , una fuerte cabeza barbuda , la nariz muy fina, perdida entre el pelo hisurto del bigote , ojos pequeños y claros.. en el fondo de los ojos una gran ternura. Tenía la voz fuerte ... era un poco cargado de espaldas y sufría un respingo nervioso que se había hecho crónico " . Así describe Zola, en sus apuntes para La obra y Claude Lautier , el pintor fracasado devorado por la inseguridad y la ambición , que escoge el suicidio cuando el peso de su incapacidad productiva se le hace insoportable. En sus rasgos se reconoció a Cézanne y que no hay que excluir que Zola , en este breve y eficaz retrato , pensara en su amigo pintor, al cual había reprendido en varias ocasiones por sus vacilaciones en su relación con el arte ( " La pintura no es más que un capricho que te ha venido un buen día que estabas aburrido " , le dirá una vez en tono perentorio.
Zola estaba acumulando información para sus novelas en los días febriles de la primera muestra organizada por los impresionistas, cuando se realizó este autorretrato, y son innegables las correspondencias entre las palabras del escritor y este intenso cuadro en el cual Cézanne se retrata cerrado, pensativo, con las facciones hundidas y ocultas por la barba espesa y larga. El punto de vista es muy próximo : el rostro del pintor sale del fondo coloreado e indeferenciado merced a la densa pincelada que construye las formas superponiendo una zona a otra. Si bien el negro del cabello, la barba y la chaqueta sigue siendo el color dominante del cuadro, el rostro está iluminado por vivaces toques de pincel teñido de azul, amarillo , el violeta, el rojo que garantiza una intensa variación cromática . La factura veloz y aproximada recuerda las contemporáneas indagaciones de Cézanne sobre la relaciones entre la forma, color y luz en plein air
al lado de Pissarro.
Mercedes Tamara
5-09-2015
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